lunes, 31 de marzo de 2014

Feliz Navidad y Año 2021

 

No puedo creer que hayan pasado 4 años sin escribir en este blog. Recuerdo lo mucho que te gustaba a ti escribir lo que ibas sintiendo en la vida. Ahí quedan tantos escritos tuyos en diarios y papeles sueltos. ¿Por qué será que las personas pasan por la vida y desaparecen tan pronto de la mente y, quizás, del corazón de los demás?

Han pasado muchas en estos 4 años, sobre todo en este último. Me pregunto como habrías llevado tu la pandemia. En cualquier caso, me hubiera gustado tanto verlo. Tu eres una persona valiente y, sobre todo, entregada. ¡Hubiera sido tan diferente para mi! 

Minerva te echa de menos a su manera. No te conoció apenas, pero sabe que eras grande de corazón y la querías tanto. Se ha perdido una verdadera maestra en la vida. ¿Sabes qué? Estoy reflexionando cada vez más sobre la supervivencia de los seres vivos y, concretamente, de los seres humanos. Hace años que estoy convencido de que pervivimos en nuestros hijos; es la única manera que tenemos de seguir vivos. Pero nuestra cultura se ha encargado de hacernos pensar que no es así, que somos algo más que el cuerpo y que, al morir, se acaba todo para los no creyentes y comienza lo bueno para los creyentes. Ojalá ésto fuera así. Por ti. Pero las buenas noticias, en mi creencia particular, son que seguimos viviendo íntegramente en nuestros hijos. Simplemente somos otra combinación de los genes parentales y los cambios cerebrales debidos al entorno. Pero eso no es importante. Lo que realmente importa es que seguimos allí, en nuestra herencia natural, en otros tiempos, con otro carácter, que nos hacen creer que no es lo mismo. Y obviamente no lo es, pero es la forma fantástica que la naturaleza nos da para seguir viviendo.

Y bien, ahora que sabes que tú estás escribiendo esto aunque con transformaciones superficiales, te quiero desear una Feliz Navidad y un año que viene muy bueno. 

Te queremos mucho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario